Lingxin Ciudad de Shijiazhuang, provincia de Hebei
Hace unos cuantos días, leí un pasaje de ‘El camino para entrar a la realidad’ en “Sermones y comunión acerca de la entrada a la vida Volumen IV”: “Por ejemplo, ahora hay alguien que ha dado un giro equivocado.
Fan Guoyi era un anciano de una iglesia casera en China. Durante veinte años de servicio, imitó siempre a Pablo y trabajó arduamente y se entregó con gran entusiasmo por el Señor. Además, creía firmemente que, al buscar su fe de esta manera, estaba llevando a cabo la voluntad del Padre celestial, que cuando el Señor regresara, sin duda sería arrebatado al reino de los cielos.
No obstante, cuando la salvación de Dios Todopoderoso de los últimos días llegó a él, se aferró a sus nociones. Rechazó, se opuso y condenó la obra de Dios de los últimos días una y otra vez. Más tarde, tras varios debates con los predicadores de la Iglesia de Dios Todopoderoso, Fan Guoyi despertó por fin a la verdad y llegó a comprender realmente lo que significaba llevar a cabo la voluntad del Padre celestial, así como la mejor forma de buscar su fe, de tal manera que se le permitiera alcanzar la salvación y entrar en el reino de los cielos. Cada vez que rememora cómo era antes, los recuerdos se le clavan como espinas en el corazón....
Su nombre es Wang Hua y es predicadora de una iglesia clandestina en el sur de China. Cuando comenzó a creer en el Señor, descubrió en la Biblia que Dios se llamaba Jehová en el Antiguo Testamento y Jesús en el Nuevo Testamento.