Mi rango en la vida, o estatus, era algo que nunca podía soltar, y cuando Dios creó un ambiente que me expuso, sólo fui negativo, quejándome y desesperándome.
Novo creía en el Señor Jesús desde pequeño, como su madre. Aunque leía la Biblia, oraba y acudía a los sermones con frecuencia, a menudo no podía evitar seguir las malvadas tendencias del mundo, anhelar los disfrutes de la carne, mentir y engañar… Tomó muchas veces la determinación de renunciar a esa vida, al ciclo de pecado y confesión.
En 1999, me convertí en un líder debido a los requerimientos de la obra de la iglesia. Aunque en lo profundo sentía que no era digno del trabajo cuando comencé por primera vez, después de un rato, debido a mi naturaleza arrogante y que se cree justa y buena, mi cautela se transformó en exaltarme a mí mismo y en testificar de mí mismo.
Dios Todopoderoso dice: “Desde que Jesús partió, los discípulos que lo siguieron, y todos los santos que fueron salvos gracias a Su nombre, lo han estado añorando desesperadamente y esperándolo.
Dios Todopoderoso dice: “¿Cuántas costumbres religiosas cumples? ¿Cuántas veces te has rebelado contra la palabra de Dios y te has ido por tu propio camino? ¿Cuántas veces has puesto en práctica la palabra de Dios porque eres verdaderamente considerado con Sus cargas y buscas cumplir Su deseo? Entiende la palabra de Dios y ponla en acción.
Dios Todopoderoso dice: “Si deseáis servir de acuerdo con la voluntad de Dios, debéis entender primero a qué tipo de personas ama, aborrece, perfecciona y cuáles están capacitadas para servirle. Esto es lo mínimo con lo que deberíais estar equipados.
Cada vez que veía o escuchaba de alguien que había sido reemplazado y que se sentía deprimido, débil o malhumorado y que ya no quería continuar, entonces lo menospreciaba.